¿Qué idea tienes de lo que significa acudir a un psicólogo?
¿Te imaginas tumbado en un diván?
¿Te ves contando tu historia vital, desde tu infancia?
¿Te imaginas una terapia larga, de años y años?
¿Piensas en Freud y en sus enseñanzas?…
Sé que muchas personas tienen una concepción de la psicología más o menos similar a esta descripción. Y sería interesante lograr desterrar esta idea. La historia, la televisión, las películas y los libros nos han pintado una escena de este tipo. Sin embargo, es importante conocer el estado actual de la psicología.
En psicología hay muchas escuelas y corrientes diferentes. Hoy en día, muchos psicólogos nos formamos de una manera ecléctica, es decir, bebemos de diferentes escuelas y nos quedamos con lo que nos resulta mejor de cada una.
Uno de estos “nuevos” enfoques (comenzó a finales de los años 50 en Estados Unidos) es la Terapia Breve Centrada en Soluciones.
Los tres principios básicos de este tipo de terapia son:
Si no está roto, no lo arregles.
Si funciona, sigue utilizándolo.
Si no funciona, prueba con algo diferente.
Estos tres principios podrían traducirse o resumirse en: no busquemos problemas donde no los hay; si algo va bien y funciona, hagámoslo más; si algo de lo que hacemos no soluciona el problema, es hora de hacer algo diferente.
Y para verlo de un modo más claro, te presento brevemente las diferencias entre las terapias más tradicionales y la Terapia Breve Centrada en Soluciones:
Terapia tradicional, centrada en los problemas:
- Pone el énfasis en el problema o en la enfermedad.
- Es el paciente quien debe adaptarse al terapeuta.
- El experto es el terapeuta.
- Opta por tratamientos complejos.
- La orientación es hacia el pasado de la persona.
- El objetivo, lo que se quiere lograr con la terapia, lo designa el terapeuta.
En cambio, la Terapia Breve Centrada en Soluciones:
- Hace hincapié en la salud y el bienestar.
- Es el terapeuta el que adapta su forma de trabajar al paciente.
- El experto es el paciente (nadie sabe más sobre el problema que la persona que lo sufre).
- Siempre se aboga por tratamientos simples y lo más cortos posibles.
- Se orienta hacia el presente y hacia el futuro.
- Los objetivos de la terapia los marca el paciente, con ayuda y colaboración del terapeuta.
Por todo esto, te invito a que, si en algún momento decides acudir a un psicólogo, te informes y preguntes todo lo que creas oportuno sobre su forma de trabajar. Es fundamental, para que una terapia funcione, lograr una relación de calidad entre el cliente y el terapeuta. Es necesario que estés cómodo, que sientas confianza en el trabajo que vais a hacer y que la terapia siga un ritmo adecuado para ti.
Espero haber cambiado un poquito esa visión tradicional; si es que la tenías…